sábado, 2 de febrero de 2013

El átomo de Demócrito


En un mundo donde se pensaba que toda la materia se había formada a partir de cuatro elementos básicos (tierra, aire, agua y fuego), Demócrito (470-380 a. de C.), discípulo de Leucipo que ya se había atrevido a dudar de que la materia era continua, llamó a las partículas de las que se componía la materia, átomos.

Anteriormente a Demócrito se pensaba que la materia era continua, es decir que si cortábamos trozos cada vez más pequeños de un trozo de materia por ejemplo madera, seguía siendo madera y se podría seguir así indefinidamente.

Hay que indicar que el método que seguía todo el pensamiento griego era completamente teórico, solo le interesaba el porqué de las cosas.

Para Demócrito se llegaría un momento en que obtendríamos solo una partícula que ya no se pudiera dividir sin dejar de ser esa materia concreta. Es decir la materia para Demócrito era discontinua.
Demócrito supuso que los átomos de cada elemento eran diferentes en tamaño y forma y eran estas características las que conferían diferentes propiedades a los distintos tipos de elementos. Las sustancias reales estaban formadas por mezclas de átomos diferentes y una sustancia podía transformarse en otra alterando la naturaleza de la mezcla.


Esta teoría de Demócrito no fue aceptada y no se volvió a tener en cuenta hasta unos dos mil años después aunque este atomismo nunca murió del todo. Epicuro (342-270 a. de C.) lo incorporó a su línea de pensamiento y este tuvo muchos seguidores  en los siglos siguientes.

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